Sinquefield R4: se repite la historia

Al igual que en la jornada de ayer, la cuarta ronda de este certamen nos ha dejado un gusto a poco, particularmente en lo que dice relación al nivel de combatividad de los jugadores, quienes en su mayoría acordaron tablas en un tiempo relativamente breve. La partida Nakamura-Topalov fue tal vez la más emocionante de todas; las piezas negras sorprendieron con un sacrificio de dama por torre y alfil, que a la postre desencadenó en tablas por repetición de jugadas. El resto de las partidas fueron muy parejas al punto de que el motor de análisis computacional de los movimientos de los jugadores sólo arrojó igualdad.

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